En la lucha contra el machismo y hacia una sociedad en la que hombres y mujeres sean considerados iguales cualquier gesto es necesario. También el de los juguetes que se regalan estos días, con motivo de la navidad, a los más pequeños de la casa. Colectivos como la Red Feminista de Albacete alertan de que elegir estos juguetes, que fomentan los estereotipos de género, es en sí misma “una forma de violencia”. Lo dice José Antonio Aparicio, miembro de la Red Feminista de Albacete y de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género (AHIGE) quien asegura que, además, ésto deriva en una incapacidad de “desarrollos concretos” entre niños y niñas.
El razonamiento, según Aparicio, es muy simple: “en el caso de las niñas si sólo se les regalan muñecos de bebés o cochecitos de paseo ( también para el cuidado de bebe) se les está negando el razonamiento tecnológico”. Es decir, si para ellas no van destinados otro tipo de juegos, como los más interactivos o los que tienen que ver con la ciencia y el razonamiento, “de alguna forma se les coarta”. Sucede lo mismo al revés. Para ellos van destinados los coches, camiones, o juguetes deportivos y bélicos por lo que, tal y como explica Aparicio, “se les coarta el desarrollo afectivo y emocional”.
Captura de un catálogo de juguetes.
En los últimos años dicen que la segmentación de género en los juguetes ha dado un paso más porque “marcas muy conocidas que no indicaban antes la distinción de género ahora lo hace por colores”, explica el miembro de La Red Feminista de Albacete y de AHIGE. Sólo hay que abrir los catálogos de juguetes que estos días inundan casi todas las casas del país para ver que esto es una realidad. En ellos se diferencia entre los juguetes para niñas, con páginas teñidas de colores rosas, y con niñas jugando a las muñecas, de los juego para niños, también con las páginas en colores azules.
Al final es cosa de los padres
Es cierto que hay una responsabilidad en estas decisiones de marca que dividen los juguetes por géneros, pero también la hay en las decisiones de los padres. A pie de tienda, en una juguetería cualquiera de la ciudad de Albacete casi en el total de los casos los padres y familiares contribuyen, con la elección de los juguetes que compran para sus hijas e hijos, a perpetuar los estereotipos. Lo confirma la dependienta de una de estas jugueterías. “Es rara la vez que eligen juguetes y juegos neutros. Vienen a por los bebés y juegos de belleza para las niñas y a por los coches y pistolas para los niños”.
Ahí apunta también José Antonio Aparicio: “son los propios padres y madres, que han recibido prejuicios, los que condiciona con los juguetes”. Algo, que tal y como insiste, conlleva a alimentar el machismo. “Definir una feminidad y una masculinidad con roles muy marcados provoca violencia” y explica: “un niño puede ser un cuidador, cocinero, al igual que una niña, aparte de los roles que se le asignan de cuidadora, tiene capacidades tecnológicas y físicas”.